Hoy en día, formar parte del entramado comercial de este mundo implica mucho más de lo que hasta la fecha significaba tener una empresa. La competitividad cada vez es más elevada y esto nos exige la puesta en marcha de ciertas labores transversales. Factores como la atención al público o la gestión de redes sociales son algo cada vez más entendido como fundamental para un negocio. Tenemos que tratar de ser diferentes entre tanta competencia, que nos reconozcan a simple vista y, sobre todo, que destaquemos por hacer las cosas bien. De esto trata la gestión de la imagen corporativa en internet.

De todo ello es de lo que nos habla la gestión de la imagen corporativa. Es decir, de aquello que se podría definir como el conjunto de emociones y creencias (positivas o negativas) que se establecen entre los consumidores y la marca, y que originan vínculos hacia la misma por parte del público. Algo que, en definitiva, resulta indispensable para cualquier negocio que quiera obtener ganancias. Una mala imagen puede terminar siendo nuestro peor enemigo, además de que puede desencadenar hechos muy difíciles de amortiguar, por lo que trabajar la comunicación de nuestra empresa puede ser el factor clave para que esto no ocurra, pero, sobre todo, para fidelizar clientes.
Con todo ello y, si tenemos en cuenta la era digital que estamos viviendo, el contacto humano y la atención al público no son el único instrumento que posibilita la gestión de la imagen empresarial. También Internet es un medio clave para ello, tanto en el medio web como en redes sociales. Y puesto que tener en cuenta todo esto resulta indispensable, a continuación, te vamos a dar todos los pasos a seguir para ganarte al público a través de diferentes formas de comunicación.
La importancia de un buen manual corporativo
En primer lugar, para expresarnos, primero debemos saber qué es lo que queremos expresar. Por lo que, de cara al ámbito interno de la empresa, es básico contar con un manual corporativo que recoja todos los valores y aspectos comunicativos que sean representativos del negocio. Además debemos incluir los elementos estéticos de la identidad corporativa, tales como tipografías, colores, formas y logotipos que ayuden a mantener una misma línea de diseño en todas las publicaciones. Este documento, que también deberá incluir la filosofía de la marca y los protocolos de actuación ante una crisis, resulta indispensable. Y debe ser trabajado entre todos los integrantes de la empresa, partiendo de la dirección hasta los diseñadores gráficos que vayan a trabajar dicha imagen estética.
El objetivo de toda comunicación corporativa siempre será el consumidor, tanto actual como potencial, pues su elección final dependerá, en gran parte, de la confianza que nuestra empresa le transmita. En este sentido, hemos de cuidar que la atención sea personalizada y la comunicación fluida, para solucionar cualquier imprevisto que pueda surgir. El cliente no recordará la vez que lo hiciste bien, sino la vez que te equivocaste y cómo lo solucionaste.
De esta forma, el lenguaje de toda comunicación empresarial debe ser un punto clave a concretar, tratando de adecuarlo al carácter y al target. Dependiendo de la filosofía de la empresa, sus valores y sus objetivos, podrá llevarse a cabo una comunicación más o menos formal, y eso no quiere decir que sea mejor o peor, sino que cada una sabe qué decir, cómo y cuándo hacerlo. En cualquier caso, debe decirse siempre la verdad, asumiendo los errores y rectificando cuando sea necesario.
Enseñar lo que somos
En relación con lo anterior, la transparencia es uno de los valores que más persiguen los consumidores hoy en día. Por lo que, por medio de la comunicación, se deberá mostrar el interior de la empresa, haciéndola más accesible y cercana. De vez en cuando, está bien mostrar al equipo humano de la corporación y dar a conocer su trabajo. Este es un gran ejemplo de una buena gestión de la imagen corporativa en internet.
Además, la empresa no puede dar la espalda a la sociedad ni ignorar lo que sucede en el mundo. Aunque esto no hace referencia puramente a la imagen corporativa, la RSC (Responsabilidad Social Corporativa) es un factor que puede influir decisivamente en la reputación de la marca, y ha de darse a conocer a través de sus medios de comunicación. El compromiso social de la empresa es siempre buena imagen, y más si camina al lado de la actualidad del mundo, sus crisis y conflictos, o las necesidades que se presenten en cada momento. De esta forma, estar al tanto de la actualidad y mostrar la posición de dicha empresa en esta situación puede ser un factor más que genere cercanía y confianza por parte del usuario.
En definitiva, la comunicación de una empresa es pieza clave para su posicionamiento y diferenciación, y por eso es de suma importancia cuidarla, ya que nos facilitará acercarnos a nuestros objetivos y que nuestro público nos valore y sienta afinidad hacia nosotros. La forma de comunicarnos es nuestra mejor carta de presentación y resulta clave realizar una buena gestión de la imagen corporativa en internet. ¡Cuídala y verás los resultados!